«Una noche en Monfragüe» es la primera parte de una narración sobre una reciente estancia de dos días en el parque nacional de Monfragüe. Fueron 40 horas de intensa actividad fotográfica, pájaros de día y paisajes de noche. En esta primera parte se narra una noche entera dedicada al paisaje nocturno. La segunda parte, «La representación de la naturaleza«, es un monográfico dedicado a la avifauna del «Salto del Gitano». El resto del viaje se completa con una tercera narración, «El baño de los pájaros».
MIRADOR DE LA HIGUERILLA
Entro en Monfragüe con mi camper por la EX-389, hasta el mirador de «La Mala Vuelta». Varios ciervos cruzan el estrecho carreterín y me obligan a parar. Cuando llego al mirador, situado al lado del embalse y la presa de Torrejón-Tiétar, ya se está poniendo el sol.
En este mirador ya se aprecian tres características que definen el paisaje del parque: agua, monte mediterráneo y cantiles.
Vuelvo unos Kilómetros hacia atrás hasta el mirador de «La Higuerilla» con el fin de realizar la primera nocturna. Había decidido que las fotografías de paisaje fueran nocturnas. Fotografías diurnas de Monfragüe hay miles, pero nocturnas muy pocas.
Todas las fotografías que aparecen a continuación están realizadas a f 2.8 e ISO 6400. Los tiempos de exposición son diferentes y se irán diciendo. El equipo utilizado es trípode, nikon D610, objetivo IRIX 15 mm y disparador automático con temporizador.
El cielo era espectacular, no había luna ni nubes y las estrellas se reflejaban en el agua. El resplandor de las luces de los pueblos en el horizonte y la luz zodiacal permitían algo de visión de las grandes formas. Sentí no poder apreciar los colores de la vegetación y el agua, por lo que decidí que tenían que verse bien en la foto. Para ello hice una exposición de 150 segundos. Con este tiempo el paisaje sale suficientemente iluminado, pero las estrellas salen como trazas, por lo que hice otra fotografía con una exposición de 30 segundos para el cielo. O sea, cada imagen en realidad son dos fotos, con diferentes tiempos de exposición para el suelo y el cielo.
Reveladas ya las fotografías, encuentro satisfactorio el resultado. Me gusta poder distinguir las jaras, brezos o encinas y apreciar los detalles en las rocas.
Me animo a hacer una panorámica de varias fotografías con la misma técnica para abarcar un campo de visión de 180 grados, que es la vista completa desde el mirador. Un búho real me hace notar su presencia con su ulular intermitente, que rompe el constante repiqueteo de los sapos corredores y parece rivalizar con el insistente y aflautado canto de un ruiseñor. Me parece un momento de plenitud en un espacio salvaje temporalmente vaciado de humanos. Una vez más me siento agradecido por poder disfrutar del cielo y el paisaje sonoro nocturno de la naturaleza ibérica en soledad y que explica, en parte, mi pasión por la fotografía nocturna. A continuación, dejo un audio grabado por Carlos de Hita sobre los sonidos nocturnos de Monfragüe.
En la panorámica resultante, la contaminación lumínica es evidente en todo el horizonte, pero sobre todo Plasencia, emite una luz que parece un sol en la imagen.
No se puede pernoctar dentro del parque, pero no hay ninguna ley que prohíba el tránsito y la fotografía nocturna. Es decir, no puedo dormir, pero si puedo moverme y fotografiar. Decido encaminarme al lugar más emblemático de Monfragüe.
MIRADOR DEL SALTO DEL GITANO
Cuando llego al «Salto del Gitano» son más de las 3 de la madrugada. Como siempre, busco un encuadre que me parezca interesante
Esta fotografía está realizada como las anteriores, es decir dos fotografías con el mismo encuadre con diferentes exposiciones, una de 30 y otra de 150 segundos. La cámara es full frame y el objetivo un gran angular. Es la máxima porción de terreno que se puede abarcar con una solo foto. Está claro que si quiero fotografiar la vista completa que se ve desde el mirador, estoy obligado a hacer una panorámica de varias fotografías y después unirlas en el ordenador.
Hago dos fotografías más con un encuadre diferente.
Pasa la guardia civil y al ver la autocaravana pararon. Era una circunstancia que había previsto porque ya me ha pasado más de una vez haciendo fotografía nocturna. Enciendo mi frontal y saludo para que se den cuenta en donde estoy. Me dicen que no se puede pernoctar y les digo que no es el caso, que estoy haciendo fotografía nocturna y que cuando acabe me voy. Hablamos de la no prohibición del tránsito de vehículos y personas y se marcharon después de pedirme que me fuera lo antes posible.
Realizo una panorámica de cinco fotografías verticales. En este mirador los cantiles están muy próximos al mismo, por lo que utilicé una técnica diferente, el ligth painting. Con una linterna fui «pintando» la escena durante los 30 segundos de exposición para cada una de las fotografías. Antes ya había valorado la molestia a los habitantes de las rocas, hasta que pasó un coche que los iluminaba mucho más que mi linterna y acabó con mis escrúpulos. Esta técnica requiere de cierta práctica ya que es muy fácil iluminar unas zonas más que otras y crear un efecto antinatural. Hay que tener en cuenta que la luz se va sumando. Cuantas más veces pases la linterna por una zona y más tiempo esté, más iluminada aparece. Es necesario valorar las condiciones de luz de las diferentes zonas de la escena e iluminar en consecuencia.
Cuando salgo del Salto del Gitano, ya se ven las primeras luces del alba en la noche de Monfragüe. Cansado, decido echar una cabezada por lo que me dirijo de nuevo a la Higuerilla, ya que es el único mirador con un parking amplio y horizontal que evite que ruede en la cama. Cuando llego, está asomando ya el sol y hago una panorámica del amanecer. Duermo poco más de una hora y vuelta de nuevo al Salto del Gitano. Me espera una larga jornada de fotografía de fauna, pero eso es otra historia que será contada en la siguiente narración, «La representación de la naturaleza«.
Dejo fotografía aérea con los puntos que se citan señalizados en rojo
2 comentarios
muy buenas fotos, mi movil mo las hace así.😂
Jajaja. Porque todavía es joven. Tú dale tiempo. Un abrazo Josal