El ojo fotográfico es la búsqueda de la estética de lo que se presenta ante nuestros ojos. Es la capacidad de saber que lo que estamos viendo puede convertirse en una buena foto. Para ello es necesario primero imaginar la foto antes de hacerla, lo que a su vez requiere de ciertas habilidades y conocimientos, tanto técnicos como estéticos, ya que la cámara no “ve” igual que el ojo humano. Estas son las claves para desarrollarlo.
LA LUZ
El rango dinámico del sensor de una cámara es diferente al del ojo humano. Una fuente de luz fuerte detrás de un sujeto hará que éste salga oscuro si no queremos quemar las altas luces (contraluz). Lo mismo puede decirse de crear volumen o resaltar texturas. Nosotros vemos en tres dimensiones y la fotografía solo tiene dos, la sensación de volumen se crea por el contraste entre luces y sombras, además de por la profundidad de campo, el color y la perspectiva. Es por ello que es imprescindible saber el comportamiento de la luz para poder predecir el resultado final. Un día soleado obtendremos fuertes contrastes mientras que si está nublado apenas habrá diferencias entre las luces y las sombras.
Contraluz
COMPOSICIÓN
La manera en que se disponen los diferentes componentes en el encuadre es el fundamento de una fotografía y el que más peso tiene en el resultado final. Para ello es necesario conocer el lenguaje visual, cuáles son sus elementos y como deben relacionarse entre sí.
Las líneas rectas del Flysch que apuntan al centro del encuadre dan profundidad a la imagen y dirigen la mirada al horizonte.
TÉCNICA
Una vez se ha imaginado la foto es necesario disponer de los conocimientos técnicos necesarios para realizarla. La primera elección es el encuadre, el tipo de formato horizontal o vertical y la longitud focal que utilizaremos en función de la parte de la escena que queramos capturar. En segundo lugar, deberemos medir la luz. Una buena fotografía siempre parte de una exposición correcta que, a su vez, depende de tres valores, Iso, Velocidad (S) y Apertura de diafragma (A). La configuración de estos dependerá del resultado que queramos obtener y de las características de la escena. Es verdad que si disparas con un móvil o con una cámara en automático, esto no es necesario, pero en ese caso estará restringida la siguiente variable: la creatividad.
«Bicicleta en la playa» Aunque el sol salga en la fotografía, las altas luces no deben aparecer quemadas, por lo que se hace necesario exponer correctamente. El formato horizontal es el que mejor se adapta a la fotografía de paisaje.
CREATIVIDAD
En la creatividad no solo influyen los elementos de la composición (líneas, colores, etc.), también la propia técnica fotográfica tiene un papel importante. Jugando con la velocidad del obturador, por ejemplo, puedes captar movimiento o bien congelar a un sujeto que se mueve. Lo mismo puede decirse de la apertura del diafragma, utilizándola para desenfocar el fondo y resaltar a un sujeto (retrato) o bien que aparezca todo nítido en el encuadre (paisaje).
Es por eso muy importante familiarizarse con todos los controles y los menús de la cámara y disparar siempre en modo Manual o, en su defecto, Semiautomático (Prioridad a velocidad S o diafragma A).
Sensación de movimiento mediante la técnica del barrido, moviendo la cámara a la par que el sujeto y utilizando una velocidad de obturación superior a la del sujeto, para que éste aparezca nítido.
OJO O SENSOR
Cuando apretamos el botón de disparo es importante recordar que es el sensor de la cámara y no el ojo quién está viendo
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