«Leucismo en las Encañizadas» es una narración sobre una tarde de fotografía en un lugar muy especial del Mar Menor, que responde a ese nombre, donde me encontré un ejemplar leucístico de zampullín cuellinegro. Tras exponer las importantes características ecológicas del lugar y aclarar las diferencias entre leucismo y albinismo, términos que con frecuencia se confunden, hago una reflexión sobre la conservación de los humedales, ejemplificada en dos espacios naturales emblemáticos: Doñana y el Mar Menor.
LAS ENCAÑIZADAS
Es una tórrida tarde de finales de agosto, al sol apenas le quedan dos horas y salgo a fotografiar a uno de mis lugares favoritos en San Pedro del Pinatar: «Las Encañizadas». Este paraje solo tiene acceso mediante un camino de tierra que discurre entre dos aguas, ya que a un lado está el Mar Menor y, al otro, diferentes charcas salineras.
Tras recorrer cuatro kilómetros y medio (a pié o en bici, pues tiene restringido el acceso a coches) se llega al Mar Mediterráneo y es aquí donde se ubican «Las Encañizadas», la denominada «El Ventorrillo» y «La Torre», dos de las cinco golas (canales) de comunicación del Mar Menor con el Mar Mediterráneo.
UN LUGAR DE BIODIVERSIDAD
Es un espacio donde confluyen cuatro ecosistemas diferentes, el terrestre y tres acuáticos: las salinas y los dos mares. Es lo que se denomina en Biología un ecotono, un espacio de transición entre ecosistemas diferentes.
Los humedales son lugares de enorme importancia ecológica para el planeta, ya que se sanea el medio ambiente, se capturan sedimentos, se absorben nutrientes y se liberan sustancias químicas que mantienen la calidad del agua.
Los ecotonos son, además, espacios de gran diversidad en los que concurren especies procedentes de los diferentes ecosistemas que convergen. En las Encañizadas podemos observar flamencos, ardeidas (diferentes especies de garzas), cormoranes, avocetas, cigüeñuelas, ánades, varias especies de gaviotas y otras muchas de limícolas como zarapitos, agujas, archibebes, chorlitejos, correlimos… También es frecuente encontrar golondrinas de mar como pagazas y charranes que, como ya comenté en la publicación «Los charranes de San Pedro del Pinatar», han establecido cerca de aquí colonias de cría.
UN ARTE TRADICIONAL DE PESCA
Es, además, un espacio de paso para muchas especies de peces, pero sobre todo, para mújol, dorada y magre, que van a desovar al Mar Menor. Este hecho ha sido y es tradicionalmente explotado, mediante un sistema de pesca artesanal, en el que con una estructura de cañas se van conduciendo a los peces hasta un lugar del que no pueden salir.
Esas estructuras rectangulares de cañas, son los denominados «embustes» y «paranzas«, donde se recuperan los peces que quedan atrapados. Es un modelo de guiado y trampa final, similar a la «Almadraba» utilizada en Cádiz para el atún rojo y que también se ha empleado para especies terrestres como los lobos, representado por las «Loberas» diseminadas por el norte de España. En este enlace se explica como está siendo la recuperación de esta «encañizada» del Ventorrillo, con sus diferentes partes y el funcionamiento de este antiguo arte de pesca.
En tiempo de los árabes, cada una de las cinco golas del mar menor contaba con su propia «encañizada», pero actualmente, esta forma tradicional de pesca, solo se mantienen en San Pedro del Pinatar, en dos de ellas: la de la Torre, que ya se recuperó en 1997 y la del Ventorrillo, que es la que está recuperando ahora. La casa que se ve en la imagen anterior es la del Ventorrillo y es la que utilizaban los pescadores durante los períodos que practicaban este tipo de pesca, mientras que en la imagen siguiente se muestra la de la Torre.
La abundancia de peces atrae a especies pescadoras como las ardeidas, por lo que es habitual la presencia de numerosos ejemplares de garzas y garcillas.
Al atardecer, es posible observar el movimiento de grupos de diferentes especies con destino a los dormideros.
Es el momento ideal para observar y fotografiar grupos de aves en vuelo, como las garcillas de la imagen anterior.
En este lugar, la lámina de agua es poco profunda, por lo que también son habituales especies de limícolas como el correlimos menudo de la siguiente fotografía.
O el archibebe claro de la siguiente
Debido al poco calado no suele haber especies buceadoras, pero enfrente, tan solo separadas por el camino, se encuentran las primeras charcas salineras, de mucho más calado y frecuentadas por especies de aguas más profundas, como los zampullines.
En una de estas charcas estaban alimentándose, con sus prolongadas y frecuentes inmersiones, un grupo de zampullines cuellinegros, entre los que destacaba un ejemplar.
ALBINISMO VERSUS LEUCISMO
Un individuo blanco sobresalía entre el plumaje oscuro del resto de las aves. Lo primero que pensé, al verlo de lejos, es que se trataba de una gaviota picofina, ya que no es raro que se encuentren nadando entre un grupo de zampullines, pero un vistazo con los prismáticos confirmó que también era un zampullín.
La primera palabra que viene a la mente, cuando un animal oscuro presenta pigmentación blanca, es «albinismo». Éste se define como la ausencia de pigmentación en piel, ojos y estructuras tegumentarias (pelo, plumas o escamas). Los individuos albinos presentan la piel rosada, plumaje o pelaje blanco y ojos claros, rojos o rosados.
ALBINISMO
En la naturaleza es muy raro encontrar individuos albinos. Es una alteración del gen encargado de regular la producción de pigmentos y para que se exprese debe darse homocigosis recesiva, es decir debe estar alterado el gen en los dos cromosomas. Una secuencia genética muy rara en la población, que, además de no ser dominante, debe estar presente tanto en el padre como en la madre y que se combinen ambas, es muy improbable (1-20.000). Además, la falta de pigmentación les hace muy vulnerables ante depredadores y les expone a enfermedades como el cáncer de piel, comprometiendo seriamente su supervivencia.
Un caso muy popular fue el de «Copito de nieve», un gorila de llanura (Gorilla gorilla) y el único gorila albino conocido en el mundo, que precisamente murió en el 2003 tras una lucha de años contra un cáncer de piel, aunque a la edad de 39 años, la longevidad media de la especie en libertad. Sus ojos claros le provocaron fotofobia y visibilidad reducida, lo que facilitó su captura. Esta asociación entre albinismo y falta de visión solo se da en mamíferos, de hecho, las personas albinas se consideran legalmente ciegas. Los dos alelos modificados recesivos se reunieron en Copito porque sus padres eran parientes, concretamente un tío y una sobrina.
Mucho más, 60 años, duró «Colo», una hembra de la misma especie y la primera nacida en cautividad. Si comparamos la pigmentación de ambos, vemos como la ausencia de color se expresa en «Copito» tanto en los ojos, como en la piel y el pelaje.
LEUCISMO
En el caso del leucismo, también está motivado por un gen recesivo en homocigosis, como el albinismo, pero, a diferencia de éste, no afecta a la síntesis de melanina sino a su depósito en las plumas o pelo, por lo que los ojos y el pico o labios presentan una coloración normal.
Otra diferencia importante es que apenas incide en la supervivencia de los afectados, salvo las circunstancias derivadas de la coloración. Un plumaje o pelaje blanco es muy visible en un entorno oscuro, pero se camufla perfectamente en ambientes claros, por lo que la mayor exposición a depredadores dependerá del marco en el que se mueva el animal.
El zampullín que estaba observando, tenía plumaje blanco y ojos rojos, por lo que bien podía pasar por un albino, salvo por tres detalles. Tenía algunas plumas oscuras y coloración en el pico. Además, el color de los ojos es el que corresponde a su especie.
Éste es un zampullín cuellinegro con pigmentación normal. Se observa que el plumaje es oscuro y los ojos son rojos.
La diferente coloración del pico es irrelevante, ya que en aves el color de pico y plumas está en función de diferentes factores como edad, alimentación, estacionalidad, período reproductivo, etc.
FRECUENCIA DEL LEUCISMO EN LAS POBLACIONES
El leucismo puede ser total, o parcial si sólo aparece en una parte del plumaje. En este caso es casi total, pues solo aparecen coloreadas unas pocas plumas del píleo y garganta. Aunque también es raro, no lo es tanto como el albinismo, al menos en aves.
Buceando en la red, he encontrado un estudio (Víctor Ayala Pérez et al; 2014) basado en observaciones entre 2007 y 2014 en el humedal de Guerrero Negro en la baja California Sur (México), con datos precisamente para el zampullín cuellinegro, junto a otras tres especies de aves, sobre la frecuencia del leucismo. Las cifras arrojan una incidencia media aproximada de un leucístico por cada 1300 ejemplares, contando cualquier tipo de leucismo (total o parcial).
LEUCISMO Y PERSECUCIÓN HUMANA
Hace dos años, cazadores furtivos asesinaron en Kenia a la única hembra blanca de jirafa que existía en el planeta. El año anterior habían asesinado a su hermana y su madre, también leucísticas, en la misma reserva de Ishaqbini Hirola.
Los animales albinos o con leucismo, debido a su rareza, han sido sistemáticamente perseguidos como trofeos de caza. Además de ilegal y cruel, es un acto estúpido, que va en contra del sentido común y del interés general.
Con cualquier rareza biológica, independientemente de criterios estéticos, el sentido común aconseja priorizar su conservación, porque de su estudio podemos obtener conocimientos que ayuden a esa especie, pero también a la nuestra. Puede que, en esa rareza, se encuentren soluciones adaptativas a problemas que se pueden presentar en un entorno en continuo cambio, máxime en el momento actual.
ATARDECER EN LAS ENCAÑIZADAS
Continúo con mi recorrido por las Encañizadas en un precioso atardecer. Huele a sal y escucho de fondo el mar, mientras siento en mi piel la caricia húmeda de la brisa marina que ahora, escondiéndose ya el sol, me produce una agradable sensación de frescor. El cielo ya se ha teñido de calidez, los tonos dorados cubren también el agua y grupos de cientos de aves realizan su corta migración diaria. Es un espectáculo muy hermoso que ya he fotografiado en otras ocasiones.
Es una imagen de mi archivo, porque al ir en bicicleta, solo llevaba el teleobjetivo para aligerar la mochila y no podía fotografiar el paisaje cercano. Hago una foto a unas garzas y compruebo que la luz es ya muy escasa. Doy por finalizada la sesión, recojo el equipo y me subo a la bici.
Ya de regreso, el colorido del cielo, los reflejos en el agua y el movimiento de las aves componen escenas tan bellas, que me veo obligado a realizar varias paradas para disfrutarlas y fotografiarlas con el móvil.
LA IMPORTANCIA DE LOS HUMEDALES
Los humedales son mucho más que lugares bonitos donde realizar actividades recreativas y ver pájaros. Son fuente de alimentos, reductos de biodiversidad y mitigan el cambio climático. Los procesos físicos y químicos que se producen en ellos depuran el agua, ya que eliminan grandes cantidades de materia orgánica, sólidos en suspensión, nitrógeno, fósforo y residuos tóxicos. Son espacios fundamentales para la salud de un planeta que no anda sobrado de ella.
Al pasar de nuevo frente a la casa de la gola del Ventorrillo, me asombra el atractivo de este lugar para las aves, siempre posadas o en vuelo alrededor de la misma. No me extraña, a mí me pasa lo mismo, por eso lo he fotografiado cientos de veces. Saco el móvil y hago otra foto.
Pero los humedales son también lugares muy vulnerables. A pesar de su belleza, sus valores ambientales y los recursos que nos proporcionan, son lugares muy maltratados. Sirva como ejemplo este mismo lugar, el Mar Menor que, desde hace varios años, está en la UVI por la cantidad de nutrientes que le entran, procedentes de la agricultura intensiva en el campo de Cartagena. Pero tenemos más ejemplos también próximos, como Doñana, que este año se ha secado, en parte por la creciente escasez de lluvias, pero sobre todo, por la sobreexplotación del acuífero para regadíos.
Es una consecuencia más del modelo de desarrollo que está llevando al planeta a una situación límite y de difícil retorno, más patente aún en los humedales, que dependen de un recurso fundamental como es el agua.
La conservación de los humedales no es un anhelo romántico de cuatro frikis de los patos. De su estado depende el mantenimiento de procesos esenciales para la vida del planeta y nuestra propia supervivencia. Es necesario tener esto muy en cuenta, cuando se hacen políticas respecto a los conflictos de intereses que se dan en estos espacios. Y puede que eso suponga tomar decisiones difíciles que afectan a la vida de las personas, como cambiar los usos del suelo o los modelos de cultivo. Y eso también es parte del problema, sobre todo cuando los que tienen que tomar esas decisiones tienen miras cortoplacistas, responden a intereses corporativistas o sencillamente dan la espalda a la ciencia. Desgraciadamente en eso, Doñana y el Mar Menor también son ejemplos.
2 comentarios
Bonitas imágenes que, acompañadas del estupendo y didáctico relato, acercan el conocimiento de ese trozo de naturaleza a los inexpertos como yo.
Un relato más en la línea de divulgar y compartir el amor a la naturaleza de una forma bella.
MGH
Muchas gracias Martín por tu comentario. Me complace que te resulte bello y didáctico el relato, porque el lugar lo merece. Es un maravilloso rincón de nuestra naturaleza que se encuentra seriamente amenazado. Confío en que se imponga la cordura y se tomen las decisiones necesarias para su conservación.