Erótica vegetal es un artículo en el que se habla del erotismo de y con los vegetales. El concepto de erotismo desde el punto de vista humano, es un alimento de la libido y un mecanismo biológico compensatorio en la relación sexual. Los vegetales utilizan otros procesos reproductivos muy diferentes, en los que no cabe el erotismo como nosotros lo entendemos. Las imágenes expresan erotismo vegetal, mientras que la narración, partiendo de una experiencia personal, se centra en algunas formas de relación erótica con las plantas.
TOMA DE CONTACTO
Hace unos meses, andaba por el monte revisando los trabajos de restauración tras Filomena, cuando observé a lo lejos una figura humana que se movía junto a un gran pino. Instintivamente miré con los prismáticos y vi un hombre de espaldas que, abrazado al árbol, acariciaba delicadamente con sus manos su corteza rugosa, como si fuera la piel sensible de la espalda de un amante humano. Sus pantalones flojos, ligeramente caídos, que dejaban entrever la parte superior de sus nalgas y el movimiento pendular de éstas, no dejaban lugar a dudas: estaba copulando con el pino.
Aunque, en cuestiones de sexo, pocas cosas me sorprenden, copular con un árbol era algo que no había imaginado, siquiera, que pudiera darse. Como agente medioambiental evalué que no estaba infringiendo ningún daño al árbol, rechacé cualquier juicio moral y decidí pasar del tema. Seguí revisando los árboles y, unos minutos después, me crucé con el muchacho. Era un joven bien parecido que, apenas, rozaba la mayoría de edad. Pensé que no tendría ningún problema en tener una relación, fuese cual fuese su orientación sexual, lo que aumentó mi intriga sobre su extraña conducta.
RELACIONES ERÓTICAS CON VEGETALES
Poco tiempo después, comenté el episodio a un amigo psicólogo clínico, convertido en asesor matrimonial por la crisis. Conforme yo le iba contando, mi amigo asentía con la cabeza sin expresar la más mínima afección, como si se tratara de algo muy natural. Tener relaciones eróticas con vegetales es una práctica más habitual de lo que pueda parecer, me espetó, tipificada como una parafilia sexual con el nombre de dendrofilia (del griego “dendro” árbol y “phyilia” amar), que se utiliza para describir la excitación sexual con vegetales.
Pero entonces, ¿hablamos de una desviación sexual que requiere tratamiento? le dije. No necesariamente, me contestó y entonces me contó el caso de una pareja que había acudido a su consulta.
Virginia y David (nombres fingidos) era una pareja de jóvenes que llevaban poco más de un año de relación. El motivo de la consulta era que David estaba preocupado por lo que consideraba una rareza de su novia que, según sus palabras, rayaba la locura, que también era el motivo de sus continuas disputas y que les tenía al borde de la ruptura. Virginia, cada vez que tenían un encuentro sexual, llenaba la cama con hojas de lechuga y, sin este requisito, no obtenía placer.
Virginia, por su parte, contó que tuvo sus primeras experiencias sexuales en plena naturaleza y que, desde entonces, necesitaba el contacto con elementos naturales para excitarse. Por lo demás, según reconocía David, era una mujer cariñosa que le hacía sentirse amado.
¿Y lo solucionaron? Pregunté a mi amigo.
Naturalmente, me contestó, en cuanto David se dio cuenta que la líbido de su mujer era cosa suya, que no tenía nada que ver con él y que debía de respetarla si quería seguir con ella. En la actualidad es una pareja sexualmente feliz, que solo discuten por el tipo de vegetal que incorporar a la cama y que, cuando pueden permitírselo, disfrutan de apasionados encuentros en la naturaleza.
LA DENDROFILIA EN LA PRENSA
Tras esto, se despertó mi curiosidad por la dendrofilia y descubrí que había habido casos muy sonados. Como el que ocurrió en el año 2010 en Escocia, cuando William Shaw, un hombre de 21 años se bajó los pantalones para mantener relaciones con un árbol, en el Central Park de Airdrie, pero fue detenido por la policía. Al joven se le impidió la entrada para siempre al parque. Este muchacho tuvo menos suerte que el que yo me encontré.
Otro caso muy mediático fue el de Emma Mcabe. Según un post de la revista Cosmopolitan en el año 2015, esta mujer expresó que quería casarse con un árbol, al que denominaba Tim, porque según ella, había experimentado la mejor experiencia sexual de su vida con él.
Kate Cunningham, una mujer de 38 años de Reino Unido dio un paso más y se casó con un árbol. El fin era salvaguardarlo de ser talado junto a otros, pero muchos expertos lo han designado como un caso de dendrofilia.
LA DENDROFILIA EN EL ARTE
Esta atracción hacia el mundo vegetal también tiene su reflejo en el mundo artístico. Algunas películas como “Kiki, el amor se hace”, de Paco León, trata la dendrofilia junto a otras parafilias sexuales. El impactante videoclip de la banda belga Hooverphonics , sobre el famoso tema Mad about you, representa una relación amorosa con una criatura vegetal de gran tamaño. A continuación dejo el videoclip.
La sensualidad de los vegetales es evidente. Un mundo de texturas, olores, colores y sabores que forman parte de rituales eróticos. En el imaginario colectivo está la excitación con pétalos de flores o el uso de pepinos, calabacines o zanahorias con fines masturbatorios. Se puede pensar que la dendrofilia es una manera rara de estimular la líbido, pero lo cierto es que es una forma más de relación sexual, dentro del amplio espectro que existe. También se podría entrar en cuestiones morales sobre los derechos de la plantas, pero dudo que para éstas, haya algo peor que comérselas. La verdad es que hay erotismo en el mundo vegetal. Para ilustrar este post salí una tarde a fotografiar y encontré rápidamente distintos referentes eróticos en plantas muy comunes. Algunas de esas imágenes son las que se muestran.
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