Acaba de comenzar la primavera y un manto blanco y amarillo se extiende, como un rumor, por prados, bosques y caminos. Es la humilde margarita que, con su hermosura, nos recuerda que la belleza se encuentra en la modesta sencillez. Este rumor de margaritas, además de alegrarnos la vista, nos muestra una buena porción de biodiversidad con la multitud de fauna que alimenta, y nos habla de mitos y leyendas que se han sucedido a lo largo de la historia.
MITOS
Su delicada perfección ha inspirado, desde muy antiguo, a poetas, escritores y filósofos. “No deis cosas santas a los perros, ni echéis margaritas a los cerdos” (Mateo, capítulo 7, versículo 6).
En la mitología griega se narra como la preciosa ninfa Bellide bailando con su amante Efigeo despertó el deseo de Vertumnus, guardián de la primavera. Presa del enamoramiento y los celos Vertumnus se abalanzó sobre la ninfa. En su defensa acudió Efigeo ,que luchó contra el Dios pero se llevó la peor parte. La dríada Bellide, en su huida desesperada del caprichoso dios, imploró al resto de las deidades que le librasen de éste. Los dioses, conmovidos por la sinceridad de la ninfa, accedieron a su petición y la transformaron en margarita.
Algunos lingüistas atribuyen a este mito el origen del género botánico Bellis (de Bellide) al que pertenece la margarita ( Bellis perennis), aunque lo más probable, según los filólogos modernos, es que derive del latín bellus (= hermoso) como referencia a la delicada belleza que atesora.
La palabra margarita viene del latín “margarita” que, a su vez, procede del griego “margarites” que significaba perla. Entre los romanos, la mujer que negociaba perlas se denominaba margaritaria y los joyeros margaritarius. El nombre inglés de la margarita es Daisy, que proviene del inglés antiguo “Daes eage” cuyo significado es “ojo del día” y hace referencia al proceder de esta flor que cierra sus pétalos durante la noche y los abre de nuevo al amanecer.
SIMBOLOGIA
Una práctica bien conocida es deshojar la margarita. ¿Quién, en su infancia, no ha consultado este oráculo ante la incertidumbre del primer amor? Se dice que su origen viene de la época victoriana en la que las sirvientas, uno a uno, iban arrancando los blancos pétalos de la flor para conocer el sentimiento de su amado. Me quiere, no me quiere por cada pétalo arrancado. Por supuesto el último pétalo predecía el resultado final. Curioso ejercicio éste de buscar el amor por medio de la mutilación.
Lo cierto es que la asociación de la margarita con el amor viene de muy lejos. En los torneos medievales las doncellas adornaban sus cabezas con coronas de margaritas. Antes de la gesta, la pretendida arrancaba una margarita de su corona y la colocaba en el pecho de su amante debajo de su armadura, cerca del corazón, como símbolo de su amor y amuleto de buena suerte.
En la época moderna la simbología de la margarita sigue presente. Así, Joan Manuel Serrat en su tema “La mujer que yo quiero” canta: “La mujer que yo quiero no necesita deshojar cada noche una margarita” para expresar la certeza de su amor por ella.
PROPIEDADES ALIMENTICIAS
Las virtudes de las margaritas van más allá de su aspecto exterior. Son comestibles y tradicionalmente se han consumido mucho en ensalada, sobre todo las flores y las hojas, ya que las raíces amargan, aunque también son comestibles. No se ha descrito ningún caso de toxicidad con esta planta, tanto en uso alimentario como medicinal.
Su sabor es dulce, como de manzana, ligeramente picante y con un regusto amargo. Una vez más la simbología de esta flor es inevitable. Si tuviéramos que describir la vida con sabores, probablemente estos serían los elegidos. Luis Eduardo Aute en su tema “De paso” describía la vida como “Un ejercicio de gozo y dolor” (gozo=dulce, dolor=amargo), al que yo añadiría el picante, como esos momentos que proporcionan “chispa” a nuestras vidas.
PROPIEDADES MEDICINALES
En cuanto a sus propiedades medicinales es antitusiva, expectorante, diurética, cicatrizante, para controlar la presión arterial, antiespasmódica, demulcente, digestiva, emoliente, laxante y oftálmica. Esto se debe a que los capítulos florales contienen taninos, saponocitos, aceites esenciales, ácidos orgánicos, saponinas y autoxantina.
Es la hierba que siempre se ha utilizado como antinflamatorio , para curar heridas y eccemas, contra el escorbuto y en el tratamiento de gripes y resfriados.
El rey de Inglaterra Enrique VIII, según crónicas históricas, comía habitualmente margaritas para aliviar sus numerosos problemas de salud. Claro que debía ser, sólo como aderezo a sus platos de ternera, cerdo, cordero, faisán e incluso ballena, como relatan las mismas crónicas y atestiguaban sus 137 cms de perímetro abdominal.
No hay constancia de si las margaritas le curaron alguna de sus enfermedades. Lo que sí se sabe que no lo hicieron de su mal de amores, ya que acumuló más esposas que riqueza y ya es decir. Mal disfrutaba de un micro pene, según el testimonio de una de sus infortunadas esposas, Ana Bolena. Sabemos por medio de su dama de compañía, Jane Rocheford, que relataba lindeces, como “que la espada de su esposo había perdido su filo y ya no cortaba” o como “que le costaba enorme esfuerzo desenvainarla, y una vez que la empuñaba, el esgrima carnal concluía casi antes de empezar” o para terminar decir que “En lugar de una espada era un alfiler” (Fuente: Historia de la cocina inglesa de Enrique VIII y los Tudor).
Está claro que, con estos precedentes, poco podían hacer las humildes margaritas. El fracaso medicinal de éstas hay que atribuirlo más bien a la impericia de los médicos reales que, reiteradamente, desoyeron la recomendación bíblica (Mateo, capítulo 7, versículo 6) en cuanto al uso de las mismas, que he citado en el apartado «Mitos».
CARACTERÍSTICAS
En realidad la margarita no es una flor, es una inflorescencia llamada capítulo, una flor compleja formada por muchas flores (el centro amarillo) que son hermafroditas. Para evitar la autofecundación, y sus nefastas consecuencias para la variabilidad genética de la población, presentan maduración diferenciada en el tiempo. La maduración se hace de forma centrípeta, de fuera hacia adentro, por eso el disco presenta a veces una coloración más oscura cuanto más en el interior, las del centro son las últimas que abren.
Estas características son comunes a todas las especies de la familia Asteráceas o Compuestas, a la que pertenecen, además de la margarita, otras especies como la lechuga, la manzanilla, el girasol o el diente de león.
BIODIVERSIDAD
Como habrás observado por las fotografías hay numerosas especies de insectos que son atraídos por las margaritas. Esto es solo una pequeña muestra de las decenas de fotos de insectos diferentes que he fotografiado sobre Bellis perennis.
La familia de las margaritas, las Asteráceas (de Aster=estrella), alberga 32.913 especies y es la familia de las Angiospermas de mayor riqueza y diversidad biológica. En muchas regiones representan más del 10% de la flora autóctona y son de enorme importancia, tanto económica como ecológica.
Tienen un gran poder de captación de polinizadores. Es buena práctica no desbrozar alrededor del huerto y dejar que las margaritas, con su maduración diferenciada, atraigan a los insectos durante toda la primavera. Llevo muchos años haciéndolo así y nunca he tenido problemas de fecundación ni plagas, en las hortalizas que cultivo en mi pequeño huerto.
EN MI PEQUEÑO HUERTO (Rosalía de Castro)
En mi pequeño huerto brilla la sonrosada margarita, tan fecunda y humilde, como agreste y sencilla.
Ella borda primores en el césped, Y finge maravillas entre el fresco verdor de las praderas do proyectan sus sombras las encinas, y a orillas de la fuente y del arroyo que recorre en silencio las umbrías.
Y aun cuando el pie la huella, ella revive y vuelve a levantarse siempre limpia, a semejanza de las almas blancas que en vano quiere ennegrecer la envidia.
Cuando llega diciembre y las lluvias abundan, ellas con las acacias tornan a florecer, tan puras y tan frescas y tan llenas de aroma como aquellas que un tiempo con fervor adoré.
¡Loca ilusión la mía es en verdad, bien loca cuando mi propia mano honda tumba les dio! Y ya no son aquellas en cuyas hojas pálidas deposité mis besos..., ni yo la misma soy.
EL RUMOR DE LAS MARGARITAS: CONCLUSIÓN
Con el título «rumor de las margaritas» quiero significar que el mundo natural que nos rodea nos está continuamente hablando, aunque carezca de voz. En este caso, con las margaritas, nos comunica que lo importante no siempre es excepcional, ni tenemos que ir a buscarlo lejos. Más bien al contrario, es cotidiano y lo tenemos muy cerca. Que el tejido de la vida está hecho de pequeñas cosas, y por último, que la belleza siempre está en nuestra mirada: ¿Vulgares margaritas o maravillosos bordados de primores?
5 comentarios
Que bonita entrada y que bonitas las margaritas mostrándonos lo esencial de la vida…
Gracias Elisa. Así es, pequeñas y valiosas como tú
Bonita manera de acercarnos al conocimiento y a la belleza de las cosas sencillas, pero que grandes son por su belleza y valor de vida.
Precioso homenaje a la humilde Margarita!
Gracias Paz. De humildad y de belleza, de la de verdad, de la que no se marchita, he aprendido mucho de tí.